miércoles, 19 de septiembre de 2007

13. LA PARTIDA

Se barajaron las cartas y se repartieron no sin alguna polémica.

No entiendo mucho de cartas, pero algo he ido aprendiendo, a pesar de lo cual, la partida se presenta complicada.

Ellos empezaron a jugar sus cartas y yo tuve que comenzar a hacerlo con las mías.

En realidad habíamos comenzado a preparar la estrategia mucho antes de que se hubiese dispuesto aquella partida.

Esto unido a a otras circunstancias del, llamemos destino, parecían ya haber jugado a nuestro favor.

Como ya hemos dicho, sin saber demasiado de cartas, hemos ido aprendiendo a leer en sus caras las jugadas que presentan.

Con expresiones claras, muecas concisas y palabras oportunas, (intentamos que cada vez sean menos, pero más acertadas), conseguimos que algunos jueguen a nuestro propio juego y al primer movimiento en falso del resto, los reconduzcan a la partida.

La primera ronda la hemos ganado, existe buena predisposición y el trabajo previo, las conversaciones desde el respeto al otro y el boca a boca de las experiencias de los jugadores anteriores han ido allanando el terreno.

Pero siempre la primera jugada, al margen de necesaria e importante, suele resultar engañosa.

Ahora les toca tirar a ellos y demuestran tener buenas cartas, no van de farol y regresamos a la realidad y comprobamos que no va a ser nada fácil.

Como nosotros tampoco vamos de farol, o al menos eso pretendemos, también jugamos fuerte.

Y entonces ponemos sobre la mesa a Utzel y a su hija.

Aunque la carta es valiosa, no surte el efecto deseado desde un primer momento.

Ellos juegan aún más intensamente e intentan reventar la partida poniendo todas las cartas boca arriba.

Queríamos que fuese una partida limpia, pero aunque no perdemos nunca el respeto al oponente (de lo contrario perderíamos la partida), si que nos mostramos firmes y seguros de las acciones a llevar a cabo.

Nuevamente retomamos el control de la partida sabiendo ganar por haber aprendido antes a perder.

Estrechamos la mano de los momentáneamente perdedores y les mostramos nuestro respeto y disposición a continuar jugando.

Utzel consiguió su propósito, les llevó el primer mensaje.

Al principio un espabilado pensó que insinuábamos su miseria personal, pero al fin entendió que pretendíamos todo lo contrario.

Nadie es miserable aunque se comporte como tal. Sólo el amor a uno mismo y a los demás, nos puede salvar.

Y es así como contamos nosotros con aplicarnos el cuento y lograr que se lo apliquen ellos mismos, para tirar de este carro y poder ganar esta partida, cuyo fin último no es el vencer, sino el aprender a jugar.

Para ello contamos con la ayuda de compañeros que no se han quedado fuera de juego, pues sus enseñanzas nos acompañan en cada uno de nuestros movimientos y aciertos.

No obstante, somos sabedores de que esta partida no ha hecho nada más que comenzar y que sacar adelante este Taller de Convivencia ni es fácil, ni está garantizado.


* Taller de Convivencia: para los que no lo sepan, es un grupo de alumnos que el curso anterior presentaron problemas de conducta en el centro y que en 2º de la ESO unos cuantos compañeros tratamos de reconducir. Este año coincide con el traslado de un integrante difícil de sustituir.

* Utzel y su hija la Miseria: es un cuento en el que Utzel era un personaje al que no le gustaba trabajar y era muy pobre, y a quien salvó el amor hacia su hija y que usamos a modo de lectura comprensiva con mensaje en nuestra primera clase.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya me extrañaba que no dijeras ni pío sobre el "Taller", pues es algo muy vivo y te llega hasta el alma(sobretodo algunos días). Desde la distancia les envío mucha energía positva, para que disfruten de la partida que acaban de comenzar.Vuestro amigo blogero que les echa de menos un montón!!!

Anónimo dijo...

Otra cosa no amigo, pero de partidas creo que sabes un poco y estoy segura que alguna has perdido por eso el ganar lo vas a saber valorar más. Te deseo de corazón lo mejor, pues esta partida va a ser un poco larga y con muchos envites. Paciencia, manten la cabeza fría para que el corazón responda bien y piensa que por muy buenos que se crean los contrincantes, seguro que tus estrategias son mejores. Suerte. amlp

Jesús Hernández dijo...

Gracias amigo bloguero y amlp por sus comentarios y ánimos. Creo que los voy a necesitar. Este grupo es difícil y numeroso teniendo en cuenta de lo que se trata, y aunque son buenos chicos, se que me va a costar. De todas formas espero seguir como voy, mostrando una tranquilidad que me hace permanecer dentro de mis casillas y no perder los nervios a pesar de las circunstancias.

Anónimo dijo...

A veces nos sumergimos tanto en nuestras "miserias" diarias que no somos capaces de observar, por encima de nuestra nariz, las difíciles partidas que se juegan en la puerta vecina. Gracias por darnos a conocer, poquito a poco, trozos de la realidad que nos rodea. Quizá sea esa una manera, probablemente no pretendida por ti, de hacernos sentir menos solos en esta jungla. Al menos, a mí me ha servido para ello. Suerte y re-gracias.
McDonald.

Jesús Hernández dijo...

Gracias McDonald por tu comentario. Si te tomas las partidas como un reto son divertidas, pero tu intención no puede ser la de ganar, al menos en lo que a la partida se refiere, sino ganar a los alumnos sacando lo mejor que llevan dentro y que este sociedad les ahoga y no les potencia. Es difícil y nunca se termina de conseguir, por ello debemos ser realistas y hacerlo en función de hasta donde podemos llegar.
De todas formas a ver cuando cambias ese Mcdonald, yo que sé al menos por una piña de millo. Saludos