sábado, 29 de septiembre de 2007

* 14.- LEYENDO AFICIONES, DIBUJÁNDOLAS

Tazacorte, Isla de La Palma, 3 de enero de 1998, cementerio de la localidad. Una señora escucha admirada la verborrea desenvuelta de un niño pequeño.

Cuando acaba de enramar a sus familiares, intrigada, da la vuelta para conocer al niño que había estado escuchando. Al verlo se asombra aún más y pregunta su edad.

El niño aún no ha cumplido los dos años, le faltan escasos días. La mujer comenta lo bien que habla.






Dos años antes, en plenas Navidades de 1995, un marido lleva a su mujer embarazada un calcetín para colgar como decoración navideña.

El calcetín lleva inscrito: "Mi primera Navidad".

La mujer llama exagerado a su marido, pues todavía faltaba algo para el nacimiento y era difícil que fuese en las Navidades.





Pasaron esas Navidades, o casi lo hacen, cuando la familia tiene que interrumpir la comida del día de Reyes.

El mejor regalos de Reyes estaba llegando, como queriendo hacer cierto lo que llevaba escrito el calcetín, rompió aguas.






En la carretera el marido trataba de calmar a su mujer envuelta en un océano de contracciones. Pensaba que o su mujer se encontraba muy nerviosa o aquello era inminente, pues las contracciones se sucedían sin pausa.

Llegando al hospital los semáforos hacían pensar lo peor.

Al llegar la comadrona piensa en los nervios de la primeriza, pero al observarla manda a llamar al ginecólogo.

Encargan al padre traer las cosas del niño. El padre corre y al regresar oye llorar a un niño.

Carlos había llegado a este mundo como el mejor regalo de Reyes que se podía tener.

Y entonces comenzaron las aficiones, que como ciclón sin descanso, se fueron sucediendo en el tiempo.


Y lo hicieron a través de una ventana, contemplando una "pica-pica", que por aquel entonces supe que se llamaba retroexcavadora. Le siguió una amplia terminología sobre maquinarias y camiones relacionados con la construcción que dejaban anonadada a su querida prima/casi tía y a sus compañeras de trabajo cuando se lo comentaba.

Desde su primera afición adquirió la costumbre de exprimir los temas y enriquecer sus conocimientos y vocabulario en torno a la afición de turno.

Pronto, y al contrario de lo que indican los principales manuales educativos y sus respectivas teorías, integró un término abstracto que le permitió a su vez, introducirse, cual puerta que se le abrió, al mundo de las palabras: "Significado".

Su segunda afición fueron los aviones, acompañados de un amplio repertorio de modelos de todas las épocas e historias de la aviación como la de los hermanos Wright o sus predecesores de la mitología griega o el propio Leonardo, a quien admiró en su posterior "etapa de los inventos".

A la par, comenzó otra de sus aficiones: el diseño de todo tipo de aviones, helicópteros y juguetes de cuya plasmación en la realidad se encargaba su abuelo, empleando para ello todo tipo de materiales reutilizados. Aquí se estableció una de sus más bellas y enriquecedoras relaciones, la que trabó con su abuelo.

Los aviones derivaron en su "etapa científica, en la que sus diseños tenían que ver con múltiples inventos.

Todas estas aficiones se veían entrelazadas cada vez más con otras dos.

Por un lado, el dibujo. Como siempre he dibujado fatal y he sufrido con ello, me esforcé en animarlo a dibujar y entusiasmarlo con ello.

Todas sus aficiones se han visto reflejadas en dibujos.

Y de otra, la lectura, que merecerá un trato especial más adelante. Sus aficiones iban de la mano de lecturas que ampliaban sus conocimientos sobre la materia en cuestión, de tal forma que antes de cambiar de gustos, adquiría toda una serie de conocimientos y terminología.

Después vino su afición por los castillos, que se vio colmada con un viaje a Cantabria en el que se sintió pleno al ver in situ todos los tipos de castillos y fortalezas que había imaginado y dibujado, desde San Vicente de la Barquera, hasta el pueblo más recóndito y perdido al que me hizo llegar para ver un remoto castillo o las ruinas romanas de Julióbriga.

De aquí su paso a la historia casi estaba cantado, influenciado por uno de sus mejores amigos y por su tío, era inevitable.

Sus interminables preguntas ya no encontraban nuestra respuesta, y lo remitíamos a su tío. Devoraba libro tras libro y tomo de enciclopedia tras tomo.

Por último, me quiero centrar en otra de sus aficiones, que junto con la del dibujo, servía como diríamos en educación, de eje transversal e intercomunicador del resto de sus ocupaciones: la lectura.

Desde antes de que supiera leer, desde muy pronto, todas las noches le leíamos un cuento. Buscábamos libros y cuentos infantiles visitando por horas librerías, acompañados por él, que también disfrutaba perdiéndose entre sus estanterías.

De ahí nació mi afición por los cuentos y mi descubrimiento del valor educativo que estos conllevaban.

Sus primeras lecturas iban acompañadas de pequeños cuentos tras los nuestros.

Puede parecer fácil, pero no lo fue.

El secreto está en animar, despertar, ilusionar, aficionar, valorar, estimular y crear amor por las cosas en vez de obligación, todo esto aliñado por un cariño que suaviza los cansancios y da energías en los malos momentos.

¿Y cómo se hace esto?

Primero con dedicación, y eso cuesta, pero tiene sus frutos.

Y en segundo lugar, con la ayuda muchas personas, que aún sin saberlo ni ser conscientes de ello, colaboran en la formación de un niño. De ahí el dicho africano de que " Para educar a un niño hace falta una tribu entera".

De pequeño era inquieto, probablemente no ha dejado de serlo, aunque lo canaliza. Cuando lo llevábamos a la pediatra lo acostumbramos a llevarse un libro para las largas y tensas esperas.

Y ahí comenzaron las ayudas externas.

Las personas lo veían siempre con libros y leyendo, por lo que lo estimulaban en su afición naciente al alabarla.

Una vez una odontóloga que no era la que lo atendía a él me dijo que algún día tendría que contarle como lo hacía por si ella alguna vez tenía un hijo, saber como hacerlo. Esto es, en cierto modo, el pago de una deuda (le haré llegar una copia).

Lo que ella ignoraba, es que estaba siendo artífice indirecta e importante de la cimentación de ese hábito.

Cada vez que lo veía, una vez a la semana durante años, se detenía para charlar con él sobre sus libros, sobre lo que leía, sobre sus gustos y aficiones, y cargaba las pilas de su estimulación. ¡Y me preguntaba a mi como se hacía!¡Si ella ya lo estaba haciendo¡

Por esa razón quiero dedicar esta entrada a ella y a todas las personas que en mayor o menor medida han contribuido a desarrollar su principal afición, eje vertebrador del resto.

Repito:"Para educar a un niño, hace falta una tribu entera".

Un día no encontraba un libro de esos de más de cuatrocientas páginas que me habían prestado, y preocupado le pregunté por él.

Me respondió que lo estaba terminando de leer. Se lo había zampado en dos o tres días. Como era tan pequeño no me lo creía hasta que me contó de que iba. Desde entonces debo tener cuidado con los libros que leo, ya que si le gustan, igual desaparecen por el mismo camino.

A partir de ese momento ha devorado libro tras libro y mis llamadas de atención suelen tener por motivo el que apague la luz.

Todas esta reflexiones las hago, aparte de por hablar de él, por recordar y reflexionar como lo hice y lo difícil que fue algunas veces, para retomar el camino con su hermana, quien también posee la misma afición a los cuentos y la lectura, aunque por ahora no tanta como la de él.

Para ayudarnos, ayudarla y centrarnos en esta labor, que a veces las vicisitudes y los dilemas de la vida nos hacen descentrarnos y no seguir el camino como debemos.

Retomando el hilo principal de esta entrada, he de decir que también ha sido importante en su formación, fundamental diría yo, la suerte que ha tenido en su vida escolar con las profesoras con las que se ha ido encontrando, magníficas profesionales casi todas ellas de la enseñanza pública, que no sólo han potenciado y potencian sus virtudes, sino que han establecido unas relaciones especiales, que han sido casi de amistad y cariño, dejando cada una de ellas su impronta personal en él.

Otro factor realmente marcante y decisivo en su corta existencia ha sido su privilegiada convivencia con una figura a reivindicar por esta sociedad actual, que no es otra que la de los abuelos, pero no como unos esclavos ad hoc, sino como unos complementos vitales en las relaciones familiares.

Él tuvo y tiene la suerte, de al ser el mayor de los nietos, relacionarse con unos abuelos más jóvenes y pasar muchas horas con ellos en su casa, con el privilegio de contar de contar con unos abuelos ejemplares, además de por sus aportaciones a su educación, sobre todo por su contribución a su formación en valores.

Además, en ese entonces, la casa de sus abuelos era lugar de concurrencia de muchas personas que lo enriquecieron.

Cuando era pequeño iba con nosotros por las calles de La Orotava y eran más las personas que lo iban saludando, que las que se dirigían a nosotros, y es que desde pronto tuvo don de gentes, y al pasear con su abuela se iba ganando a todas las personas mayores con las que se iba cruzando al saludarlas y preguntarles como se encontraban. Y lo hacía hasta tal punto, que varias señoras, sin tener porque, quizás por alegarles los días, le hicieron varios regalos.

Y es que por encima de cualquier otra circunstancia o cuestión, nos hemos enriquecido, aprendido y disfrutado de sus aficiones.

Y es que por encima de cualquier otra circunstancia o cuestión, lo que más nos importa y apreciamos, son sus valores como persona, su lealtad a sus amigos, su respeto por las personas mayores, su bondad y lo buena persona que es y espero que siga profundizando en esos valores personales, a la vez que nos ayude en la difícil pero hermosa tarea de educar a su hermana.

Leyendo aficiones.

Ruego disculpen cualquier exceso o apariencia de falta de humildad, esperando se la atribuyan a un orgullo paterno.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tomaré estas palabras como uno de los lemas de mi vida y mi trabajo:
"El secreto está en animar, despertar, ilusionar, aficionar, valorar, estimular y crear amor por las cosas en vez de obligación, todo esto aliñado por un cariño que suaviza los cansancios y da energías en los malos momentos".

Ojalá tod@s entendieran que éste es el verdadero camino...
McDonald.

Anónimo dijo...

Sin comentarios, a cuantos padres les estarás dando "envidia", pues no es nada fácil encontrar hij@s con estas cualidades, con esos sentimientos, ......
Disfruta de él mientras puedas y te dejen. Ojalá los cambios sean a mejor y sigue presumiendo y sintiéndote orgulloso de tus hijos pues tienes todo el derecho a hacerlo. Gracias por dejarnos entrar en tu familia. Besos. amlp

Jesús Hernández dijo...

Gracias McDonald y amlp, sus comentarios siempre me estimulan y me enseñan y es para mi una suerte contarlas entre mis amistades.
Ese es el camino, aunque no siempre es fácil, ni todo está a tu favor, pero aunque nos salgamos de él, no debemos perder su perspectiva para retomarlo. No todo es fácil, ni acertamos siempre, y eso contribuye a hacerlo más bonito y valorarlo más.

Anónimo dijo...

No se si lo sabre escribir tan bien como tu pero gracias,gracias una y mil veces por hacerme llorar de alegria...
Insisto,tienes que decirme como se hace...
una odontologa

Jesús Hernández dijo...

Gracias a ti por tu comentario. Es lo que he intentado hacer no sólo por si le servía de ayuda a alguien, sino para que me sirviese de ayuda a mi mismo en la tarea de educar a mi hija, labor siempre difícil y distinta. Espero que les haya servido de algo, al menos a mi me ha servido para retomar energías e ideas para educar a mi hija.
En cuanto a lo de si estás a mi nivel para escribir, seguro que al menos estás al mismo nivel, sólo es cuestión de buscar.
Muchas gracias de nuevo por tu comentario que me da ánimos.

Anónimo dijo...

!!!!!!!!Enhorabuena!!!!!!!!!
...es mi primera visita y no será la única,........

el dire.

Jesús Hernández dijo...

Gracias Dire por tu comentario. Me alegro que te haya gustado y espero que te sea de alguna utilidad en esta difícil labor nunca enseñada de ser padre.

Anónimo dijo...

Ayer volviste a enseñarme algo nuevo: aunque a veces nos dejemos llevar por la emoción o la ira, debemos aprender a pensar y a calibrar las consecuencias que nuestras palabras pueden tener, aunque actuemos con la mejor de nuestras intenciones.
Me siento muy feliz por ir recogiendo, en ese cuenquito que tenemos en el pecho, las lecciones que das a todo aquel que quiere oírte.
McDonald.